Bulnes, domingo 1 de noviembre de 2009.
A cientos de niños disfrazados fue posible ver ayer a contar de las siete de la tarde en las calles de la ciudad.
Se trataba de la Fiesta de Halloween que este año fue más masivo que los anteriores y los disfraces eran, en su mayoría, de factura y acorde a la celebración. Niños, hombres y mujeres de todos portes, corrían desenfrenadamente en pos de la casa para gritar dulce o travesura y les fue bien porque los vecinos se prepararon con dulces por temor a los huevos o harina lanzados el año pasado.
Una celebración extranjera que ya se arraiga en nuestra cultura y que evoluciona año tras año, por lo menos en Bulnes. Nos tendremos que acostumbrar a esta fiesta e incluirla en nuestro calendario.
